Alberto Luengo Martín
La robótica
ha supuesto un gran avance para la medicina, que ha favorecido tanto a la
cirugía, como a la radioterapia y otros campos. No obstante, en los últimos años ha dado
un paso más, ya no se trata de básicos robots de cirugía, ni precarias prótesis
que tan solo acompañan el movimiento de la pierna. Hoy en día, podemos
controlar robots con nuestro propio cerebro.
Es cierto
que dentro de algo más de diez años podremos trasplantar órganos y miembros a
una persona, clones de los que se le hayan dañado, como ya ha demostrado un grupo de investigadores
de la Universidad de Cambridge. Estos científicos han modificando con éxito una impresora 3D para que
imprima células, y han sido capaces de imprimir tejido cardiaco e incluso una
válvula. No obstante, habrá muchas personas que necesiten esos miembros de aquí
a diez años o lo más parecido que les podamos proporcionar, y teniendo la
tecnología necesaria para hacerlo, ¿por qué no lo íbamos a hacer?
Las prótesis
han avanzado mucho, llegando a disponer actualmente de manos robóticas capaces
de imitar los movimientos humanos con una precisión bastante decente. No
obstante, los dispositivos que utilizámos actualmente no pueden ser demasiado
complejos, ya que se controlan con el movimiento de los músculos que
detectan unos sencillos sensores en la parte interna del dispositivo.
No obstante,
tal y como el profeso Warwick ha demostrado con su “Proyecto Cybor”,
hoy podemos controlar robots con nuestro cerebro. Mediante cirugia, le implantaron un dispositivo
que el mismo había creado, conectado a los nervios de su antebrazo, que capta
el impulso nervioso, lo traduce y lo envía a cualquier dispositivo que se
conecte para recibirlo. De esta forma puede controlar su ordenador, un brazo
robótico e incluso robots más complejos. Y lo que es más impactante, debido a
la plasticidad, su cerebro, se ha adaptado de forma que interpreta
las señales que mandan unos sensores mecánicos que tiene el brazo robótico,
sintiendo las mismas sensaciones que sentiría si
utilizase su propia mano.
Esta tecnología, además de su aplicación directa a personas discapacitadas, podríamos utilizarla también para los robots de cirugía, pudiendo sentir sensaciones similares a las que sentiríamos si estuviéramos operando nosotros, y hacerlo así con mas precisión. Incluso, en un futuro no muy lejano, podriamos realizar operaciones a kilometros de distancia.
Bien. Tema fascinante, daría para mucho. Unificad los tipos de fuentes de texto y la apariencia de los diferentes artículos. Redirecciona el RPyecto Cyborg para poder visitarlo desde tu artículo. El enlace de las prótesis te manda a un video sobre el cerebro ¿es correcto?
ResponderEliminarFelicidades, sigue así
JA